miércoles, 10 de marzo de 2010

Elorri zuria-Espino albar-Crataegus monogyna.

Es considerado el árbol sagrado de las hadas. Los bretones franceses creían que los lugares donde se daban juntos el espino albar, el roble y el fresno eran lugares propicios a fenómenos sobrenaturales a la hora del crepúsculo.

Es muy común en gran parte de Europa; se le puede hallar creciendo silvestre en los linderos de los bosques y en collados agrestres y soleados. Su nombre científico proviene del griego Krataigos, que significa fuerte, de hecho su madera es muy resistente y ha sido empleada para fabricar armas.

El elorri zuria es un árbolito, más bien un arbusto, que crece entre matorrales. Puede llegar a alcanzar 5 m de altura. Son árboles rústicos, a veces cultivado como seto espinoso. Desarrollan una copa densa e impenetrable. La poda hará la diferencia entre dejar crecer el elorri con porte arbóreo o arbustivo. Se puede podar tras la caída de la hoja, desde el otoño a principios de la primavera.

Es una especie poco exigente, desarrollándose sobre todo tipo de terrenos, tanto en climas fríos como cálidos y desde el nivel del mar hasta los 1.800 metros e incluso más.

Sus ramas grises son aguzadas, como espinas, con hojas alternas, recortadas y de aspecto coriáceo. La madera es densa y pesada y se utiliza para fabricar mangos de herramientas y también produce carbón vegetal.

Árbol medicinal, las hojas y la flor se recolectan en primavera y los frutos cuando están maduros.Hoja verde oscura, caduca, con rabillo bien desarrollado y limbo dentado por el extremo en tres, cinco o siete gajos o lóbulos en forma de cuña por la base.

Las flores, entre blancas y rosadas crecen en ramilletes, son de color blanco y desprenden un olor muy agradable, se agrupan en corimbos, con muchos estambres y un pistilo. Olorosas.

Los frutos maduran a finales de verano. Son bayas ovaladas y rojizas de color rojo brillante, redondeado y con una sola semilla en su interior. Tiene forma de manzanita de color rojo, con un sólo hueso y sabor dulce. Por el fruto se le conoce también con el nombre de “manzanitas de pastor”.

Debe plantarse a pleno sol o media sombra. Resiste bien las bajas temperaturas y las heladas; también los sitios con mucho viento. No es muy exigente en cuanto a calidad del suelo, lo que permite ubicarlos en cualquier terreno, indiferente al pH, aunque prefiere los suelos sueltos, frescos y húmedos. Es conveniente abonarlo al comienzo de primavera. Los riegos deben ser moderados.